Antes de redactar ni una sola palabra de esta entrada de mi blog, quiero pedir por favor que nadie se sienta aludido, insultado ni se llegue a entrar en los comentarios en un cruce de insultos tales como los que pude leer el otro día en una web de noticias de España, cuando a raíz de un comentario tan respetable como los de todo el mundo, un grupo casi lincha verbalmente al responsable del mismo de una manera pseudo-mafiosa y vil. El motivo de esta entrada es una opinión personal y no pretende generalizar a todo el gremio del taxi, ni cuestionar su profesionalidad, ni ningún otro aspecto negativo hacia el mismo. Eso sí, estaría encantado de compartir opiniones con todos sobre el asunto, de modo que... ¡vamos allá!
Pongámonos antes en situación: Barajas, T4, un Domingo de Septiembre a media tarde. Llego a Madrid, como primera escala, preparándome para iniciar junto a mi mujer nuestro viaje de novios al día siguiente y para lo cual habíamos reservado un hotel cercano al aeropuerto, ya que nuestro vuelo del día siguiente despegaba bastante temprano y ya se sabe que la antelación en estos casos juega un papel determinante. Tras recoger nuestras maletas de la cinta (tardaron bastante por cierto) nos dirigimos a la parada de Taxi de la Terminal puesto que, como turistas que somos, en ese momento no sabíamos que existen una serie de lanzaderas gratuitas que llevan a la gente a los hoteles cercanos. El amable conductor nos ayuda a guardar las maletas en el coche y nos sentamos y le decimos el destino a poca distancia de ahí: la sonrisa se le borra de la cara mientras arranca y cuando ya está en movimiento comienza, de un modo poco agradable, a recriminarnos que para ir a los Hoteles de Barajas existen las lanzaderas que antes mencioné y de las cuales desconocíamos su existencia. A partir de ahí, todo se vuelve bizarro, desagradable y totalmente carente de educación y buenas formas por parte de este "profesional del volante".
Imaginense ustedes, damas y caballeros que leen estas humildes lineas que escribo, la sensación de rabia y coraje que puede producirte una situación similar a esta. Pues la cosa se multiplica cuando te sucede en tu viaje de novios y lo inicias con un auténtico impresentable vociferando y poniendose chulo. El caso es que era imposible que dejase de ladrar, a pesar de todas las veces que le advertí que se limitase a hacer su trabajo y me llevase a donde le pedía, porque el aguante humano tiene un límite, y puedes llegar a comprender que les fastidie esperarse dos horas en una cola para que cuando les toca un pasajero les mande ir a diez minutos de distancia... pero lo que todo el mundo sabe es que todos los trabajos tienen sus partes buenas y sus partes malas y que lo que es inviable, y que va contra toda buena praxis laboral, es quejarse de este tipo de viajes cortos y luego protestar si la gente deja de ir en taxi utilizando otros medios de transporte.
Sin lugar a dudas no fue un suceso agradable, y lo que mas gracia me hizo cuando leí una opinión sobre un caso similar al mío, fue como todos se le echaron encima a esa persona alegando que si le había tratado así, sería porque le habia dado motivos para ello... vamos, que me recuerda mucho a aquello que algun borrego solía decir de que "hay mujeres que van pidiendo que las violen por la calle". Lamentable.
La cuestión final es, que una vez llegado a casa tras el viaje y comentado con familiares, amigos y hasta conocidos que se dedican al mundo de las agencias de viajes pues parece ser que este tipo de actitudes son de lo mas habitual y corriente y que les había sucedido a casi todos los que se habian visto en una situación similar a la mía.
Mi reflexión final es (y reitero mi intención de no meter en el mismo saco a todos): ¿pueden hacer esto impunemente algunos "profesionales del taxi"? ¿Por qué he de esperar, cargado de maletas a que llegue un bus, si voy a pagar (y bien pagado pues me cobraron 20 euros, sin propina por maleducado) por un servicio? ¿Se ha llegado a un punto de egoismo en el que ya despreciamos directamente lo que no sea comodo y nos reporte mucho dinero?
Lo mas lamentable de todo, es la imagen que estas cosas dejan sobre un colectivo del que estoy seguro no todos son así pero al cual, de mi bolsillo, no va a volver a oler un euro ante la perspectiva de ser tratado tan grotescamente como lo fuí aquel día. Y la imagen que dá ante el turismo tampoco es nada favorecedora.
Realmente te da pena aspectos como la Ley Omnibus que permite, injustamente bajo mi parecer, que se puedan obtener licencias baratas mientras los taxistas pagan un pastón por las suyas... pero los hay que tienen el cuajo suficiente para rechazar carreras y luego quejarse del hundimiento del sector en manifestaciones.
No hay duda, Spain is Different...
Ya me contareis si os ha pasado lo mismo, o si algún profesional quiere opinar sobre el tema, sin lugar a dudas, será recibido con los brazos abiertos.
Saludos desde mi mente.
